El gasto en atención de lujo para congresistas y sus familias crece en un 28% en solo un año, mientras millones de peruanos enfrentan deficiencias en el sistema público de salud
El debate sobre los privilegios del Congreso se reavivó luego de que un reportaje de Panorama revelara los detalles del millonario seguro médico contratado para los parlamentarios y sus familias. El plan, que tiene un costo superior a los 9.5 millones de soles para el periodo 2025-2026, fue adjudicado directamente a la aseguradora Rímac, sin licitación pública, generando una gran controversia.
En medio de la crisis en los hospitales públicos, donde la falta de insumos, largas colas y la escasez de citas médicas son una constante, los congresistas gozan de un plan privado que cubre atenciones en las clínicas más exclusivas de Lima, como la Angloamericana, la San Felipe y la Delgado. Además, el seguro incluye partos, emergencias, operaciones e incluso consultas médicas en el extranjero, sin ningún costo adicional.
El monto destinado a este beneficio ha aumentado en un 28% en solo un año, pasando de S/ 7.4 millones en 2024 a S/ 9.5 millones en 2025. Esto no solo cubre a los 130 congresistas, sino que también se extiende a sus familiares directos, sin costo extra. Un congresista puede incluir a su esposo/a, hijos e incluso a sus padres en la póliza sin pagar más por ello, lo que hace de este beneficio algo poco accesible para la gran mayoría de los peruanos.
Cobertura de lujo financiada por el contribuyente:
Cada parlamentario tiene una prima mensual superior a los 2.500 soles, lo que equivale a un gasto anual de más de 30.000 soles por persona. La póliza cubre hospitalizaciones, emergencias médicas, partos y operaciones de alta complejidad, con la posibilidad de recibir atención en el extranjero, en países como Estados Unidos o España, para segundas opiniones médicas, con una cobertura de hasta 35,000 dólares.
La cobertura sin restricciones y sin copagos ha generado una fuerte indignación entre la ciudadanía, especialmente cuando se compara con las condiciones del sistema de salud pública. Millones de peruanos dependen del Seguro Integral de Salud (SIS), donde las citas pueden demorarse meses, y los pacientes a menudo tienen que comprar sus propios medicamentos debido a la falta de stock en los hospitales.
La disparidad en el acceso a la salud:
Mientras los congresistas disfrutan de atención inmediata y sin costo, los ciudadanos comunes deben esperar por semanas e incluso meses para recibir atención médica básica. El reporte de Panorama también revela que algunos congresistas no dudan en incluir a toda su familia en este beneficio de lujo, algo que genera aún más descontento en un país donde las dificultades para acceder a servicios de salud básicos son una realidad cotidiana para millones.
Un gasto millonario sin transparencia:
El contrato para el seguro médico de los congresistas no pasó por un proceso de licitación pública, lo que ha desatado críticas sobre la falta de transparencia en el uso de los fondos públicos. Expertos coinciden en que este tipo de contrataciones deberían ser realizadas bajo un marco competitivo, con la participación de varios proveedores y bajo criterios de transparencia.
Mientras tanto, los ciudadanos continúan luchando por recibir atención médica adecuada, enfrentando la escasez de medicamentos y una sobrecarga de pacientes en los hospitales públicos. La disparidad entre lo que reciben los legisladores y lo que vive el resto de la población sigue siendo un tema de fuerte debate en la sociedad peruana.