El padre de la parroquia Pueblo de Dios del distrito de San Miguel, Luís Zambrano Rojas, expresó que, el año nuevo andino que coincide con el solsticio de invierno, es visto con admiración y alegría porque indica que en nuestras tierras de la sierra hay una unión profunda entre las personas, ayllus, comunidad, la madre tierra y todo el cosmos.
Consideró que, nunca debemos de perder estas buenas acciones, porque sería lo que nos da vida e identidad. Resaltó que, en diversos momentos se dice que, los pueblos indígenas son la reserva moral de la humanidad.
Explicó que, en otros lugares la madre tierra sería vista como algo utilizable, sin embargo, en el altiplano puneño hay unión entre los pobladores de las diferentes comunidades campesinas, quienes trabajan en la tierra para producir productos naturales.