La gestión de Juan José Santiváñez al frente del Ministerio del Interior registra un alarmante incremento de homicidios, con un promedio de 6 muertes diarias por criminalidad
El Perú atraviesa una grave crisis de inseguridad, que se refleja en un alarmante aumento de homicidios desde que Dina Boluarte asumió la presidencia. Según los datos oficiales del Sistema Nacional de Defunciones (Sinadef), entre el 7 de diciembre de 2022 y el 5 de marzo de 2025, el país ha registrado un total de 4.037 homicidios. Este incremento de la violencia ha sido especialmente notorio durante la gestión del ministro del Interior, Juan José Santiváñez.
Desde que asumió el cargo el 16 de mayo de 2024, Santiváñez ha enfrentado una creciente crisis de seguridad, con 1.760 homicidios registrados bajo su mandato. Esta cifra refleja un promedio alarmante de 6 asesinatos diarios, o uno cada cuatro horas. El ministro ha recibido una fuerte desaprobación por parte de la ciudadanía, con encuestas que indican un rechazo masivo a su gestión, alcanzando hasta un 87% de apoyo a su salida, según un sondeo de Datum en febrero de 2025.
El gobierno de Boluarte, a pesar de sus esfuerzos para frenar la criminalidad, no ha logrado detener la ola de violencia que sacude el país. La percepción generalizada es que la delincuencia ha aumentado considerablemente durante los últimos años, con un notorio deterioro de la seguridad en áreas clave como Lima Metropolitana, el Callao y diversas regiones del centro del país.
El análisis de las estadísticas del Sistema Informático Nacional de Defunciones (Sinadef) revela que en 2025 se han registrado ya 325 homicidios, lo que representa casi seis muertes violentas al día. En el último año (2024), las muertes violentas alcanzaron 2.056, un aumento significativo respecto a años anteriores, lo que muestra una preocupante tendencia al alza en los asesinatos en el país.
Carlos Basombrío, exministro del Interior, ha advertido que estas cifras podrían ser aún mayores debido a la falta de precisión en los registros y a la constante actualización de la base de datos del Sinadef. Ante esta situación, la presión sobre el gobierno y el Ministerio del Interior aumenta, mientras la población se enfrenta a una creciente sensación de vulnerabilidad e inseguridad.
La crisis de violencia en Perú sigue siendo uno de los mayores desafíos del gobierno de Dina Boluarte, y la falta de respuestas eficaces en el ámbito de la seguridad ciudadana sigue generando incertidumbre y temor en la población.
