Crisis en Corea del Sur: El parlamento destituye al Presidente Interino y amplía la incertidumbre política


Crisis en Corea del Sur
Crisis en Corea del Sur

La destitución de Han Duck-soo aumenta la inestabilidad en el país y deja al gobierno interino sin liderazgo claro. El ministro de Finanzas Choi Sang-mok asume de manera provisional

El Parlamento de Corea del Sur ha aprobado este viernes la destitución del presidente interino Han Duck-soo, quien había asumido el cargo hace apenas dos semanas tras el cese del presidente Yoon Suk-yeol, luego de la controvertida declaración de la ley marcial por parte de este último. Con esta decisión histórica, Corea del Sur vive un momento de profunda crisis institucional, ya que se trata de la primera vez en democracia que se destituye a un presidente interino en funciones.

La moción fue presentada por el Partido Democrático (PD), principal fuerza opositora, y aprobada con 192 votos a favor, todos ellos provenientes de la oposición. La medida contó con el boicot del gobernante Partido del Poder Popular (PPP), que protestó airadamente contra el procedimiento. El PPP argumentó que, al tratarse de un presidente interino, la destitución debería haberse sometido a un proceso más riguroso, como el que se utiliza para cesar a un presidente en ejercicio, que requiere una mayoría de dos tercios en el Parlamento. Sin embargo, el PD defendió que, en este caso, se debía aplicar la misma regla que se utiliza para la destitución de otros miembros del Gabinete, que solo requiere una mayoría simple.

La destitución de Han Duck-soo tiene su origen en una disputa política sobre el nombramiento de nuevos jueces para el Tribunal Constitucional. Han, que había sido nombrado presidente interino tras el cese de Yoon, se negó a aprobar los nombramientos hasta que los dos principales partidos políticos llegaran a un acuerdo sobre los tres magistrados que debían ocupar las vacantes del tribunal. Este desacuerdo desató una crisis entre el Ejecutivo y la oposición, que finalmente llevó a la moción de destitución.

El presidente del Parlamento surcoreano, Woo Won-sik, del PD, anunció que la destitución sería efectiva tras la votación, lo que desató una protesta enfurecida por parte de los diputados del PPP. El partido gobernante considera que la votación debería haber seguido un proceso más extenso, dada la importancia del cargo de presidente interino, y cuestionó la legitimidad de la moción.

Un panorama incierto
Con la destitución de Han Duck-soo, el cargo de presidente interino pasa ahora a manos del ministro de Finanzas y vice primer ministro, Choi Sang-mok, según lo dispuesto por la ley surcoreana. Sin embargo, este cambio de liderazgo solo profundiza la incertidumbre política en el país, que ya se encuentra sumido en una grave crisis institucional desde la destitución de Yoon Suk-yeol.

La situación se complica aún más debido a que el Tribunal Constitucional está juzgando la validez de la ley marcial declarada por Yoon en diciembre. Si el tribunal no resuelve las vacantes en sus sillones antes de la fecha límite de junio, la situación podría derivar en un bloqueo judicial que dificultaría la continuación del proceso legal contra Yoon. El PD busca acelerar la destitución de Yoon para convocar unas elecciones presidenciales anticipadas en las que su candidato, Lee Jae-myung, sería el principal favorito.

Por otro lado, el PPP parece estar tratando de dilatar el proceso para ganar tiempo y evitar que la Corte Suprema confirme una sentencia que podría afectar a su líder, Lee Jae-myung, por supuestas violaciones de la ley electoral.

Un país en crisis
La destitución de Han Duck-soo y la creciente polarización política aumentan la tensión en Corea del Sur. Con una oposición decidida a continuar presionando al gobierno para que renueve el Tribunal Constitucional y que se lleven a cabo investigaciones contra Yoon y su administración, el país parece estar sumido en una espiral de inestabilidad política.

A medida que el Partido Democrático insiste en presentar más mociones de destitución, la incertidumbre sobre el futuro político de Corea del Sur se profundiza, mientras los surcoreanos observan con creciente preocupación los desenlaces de este complejo conflicto institucional.