El presidente de Brasil, a quien le han llovido las críticas tras los incendios en la Amazonía, es un escéptico del cambio climático y señala que hay una “psicosis ambiental”. En sus ocho meses de gestión, se ha enfocado en defender la agroindustria
El 60% de la selva amazónica, el considerado pulmón del mundo, está en Brasil. Pero su presidente, Jair Bolsonaro, no es precisamente un defensor del medio ambiente.
Desde sus años como diputado y durante la campaña electoral se mostró como un escéptico del calentamiento global y dejó clara su intención de cambiar la política dedicada a preservar las áreas protegidas.
Desde que llegó al poder, el pasado enero, el ultraderechista señala que hay una “psicosis ambiental” que solo restringe el negocio agropecuario. Estas son algunas de sus acciones en estos ocho meses de gestión:
1. Un gabinete orientado a la agroindustria
Bolsonaro hizo nombramientos claves en su gabinete. El Ministerio de Agricultura pasó a estar a cargo de Tereza Cristina, quien en el Congreso formaba parte de la poderosa bancada del lobby agroindustrial.
Igualmente, designó a Ricardo Salles como ministro del Medio Ambiente, quien tuvo a su cargo esta cartera en el estado de Sao Paulo entre el 2016 y 2018. En esos años señaló que la agroindustria en Brasil estaba “bajo amenaza” y modificó un plan de protección ambiental en favor de la industria minera.
Otro nombramiento polémico fue el de Ernesto Araújo, el actual canciller, quien ha señalado que el cambio climático es “un dogma usado por la izquierda”.
2. La deforestación y el incentivo a los incendios
A propósito de los incendios forestales en la Amazonía, que han desatado estos días la alarma mundial, Bolsonaro ha negado que sus políticas sean causantes de esta crisis. Sin embargo, las cifras del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) de Brasil, los más de 75 mil focos de incendios representan un 84% más que en el mismo período del 2018, y Bolsonaro tiene ya ocho meses en el cargo.
Incluso el propio Ministerio Público del país anunció ayer que iniciará una investigación para determinar si la menor fiscalización y el retiro de apoyo a organizaciones ambientales por parte del Gobierno favorecieron la deforestación y la propagación de los incendios.
“Los agricultores y los ganaderos entienden el mensaje del presidente como una licencia para provocar incendios intencionados con total impunidad, con el fin de expandir fuertemente sus operaciones en la selva”, señaló la organización brasileña Amazon Watch, al referirse a la polémica de los incendios provocados para obtener más tierras de cultivo.
3. Las reservas de las tierras indígenas
Durante la campaña presidencial del año pasado, Bolsonaro también dijo que “ningún centímetro” más de la tierra en Brasil sería demarcado para reservas indígenas, para dar prioridad al desarrollo de terreno agrícola. Para ello, transfirió la responsabilidad de delinear los territorios indígenas al Ministerio de Agricultura.
4. Con un pie afuera del acuerdo climático
También en la campaña, Bolsonaro dijo que seguiría los pasos de Donald Trump en Estados Unidos y que abandonaría el Acuerdo de París sobre el cambio climático. Sin embargo, al llegar al Gobierno dio marcha atrás, pero ya advirtió que continuará “mientras se respete la soberanía de Brasil en el Amazonas”.