Padres de familia en Cabana exigen justicia por intoxicación de sus hijos con productos de Qali Warma


Padres de familia en Cabana
Padres de familia en Cabana

Acusan a funcionarios de encubrimiento y a la empresa proveedora de actuar en complicidad; denuncian abandono y secuelas graves en los menores

Luego de que se diera a conocer la detención de Ronald Loza Machicao, funcionario de la Dirección Regional de Salud de Puno, quien es investigado por presuntamente haber manipulado informes sanitarios a favor de la empresa Frigoinca, proveedora de alimentos del programa Qali Warma vinculada a los productos que habrían causado la intoxicación de 23 estudiantes en marzo de 2024, los padres de familia continúan exigiendo justicia para sus hijos, quienes presentan secuelas en su salud.

El día de ayer, los padres realizaron una protesta en los exteriores del colegio y denunciaron que hasta hoy no se ha hecho justicia. Además, criticaron duramente la actuación del Ministerio Público, que inicialmente habría intentado archivar el caso. “Queremos que se investigue a todos los responsables. Esto no es un error aislado, es una mafia”, señaló uno de los padres, quien aseguró que existen más implicados además de Loza.

Rechazaron que se haya culpado al agua local como la causa de la intoxicación. “Hemos consumido esa agua por años sin problemas. No pueden echarnos la culpa”, dijeron. También presentaron muestras de alimentos presuntamente contaminados que aún conservan como prueba, los cuales, según denunciaron, despedían olores fuertes y desagradables.

La indignación crece porque son 22 niños los que presentan graves síntomas como dolores estomacales crónicos, mareos, pérdida de visión, desmayos y una intolerancia alimentaria severa. “Tienen una dieta estricta, no pueden comer ni frutas ni alimentos grasosos porque les hace mal”, relató una madre visiblemente afectada.

Algunos padres contaron también su experiencia en Lima, donde fueron llevados con la promesa de recibir atención médica especializada. Sin embargo, denunciaron que fueron abandonados en un albergue sin orientación clara, sin asistencia adecuada y con diagnósticos que no correspondían a la realidad. “Nos dijeron que todo era problema familiar, pero si fuera así, ¿por qué solo una de mis hijas está enferma y los demás no?”, cuestionaron.