Nunca podemos decir que “ya hemos encontrado a Dios”, “que ya le conocemos, que ya sabemos definitivamente su voluntad, como tampoco podemos decir que ya tenemos conseguido el amor de alguien, porque el amor no es una cosa que se encarga, se compra o se consigue… sino algo que hay que sembrar, trabajar y cuidar cada día como una viña…” reflexionó el reverendo padre Alfredo Húngaro en la misa dominical
Así mismo, manifestó que la fe es algo que ata, esclaviza y calladamente, tienen envidia de quienes “viven la vida”, ya que conciben la conciencia cristiana como un freno, y no como unas alas que dan vuelo divino a la vida humana.
Finalmente, señaló que muchas veces pensamos que es mejor permanecer desocupados espiritualmente, antes que vivir a la luz de la palabra de Dios, enfatizó, el padre Alfredo Húngaro.