Exjefe del gabinete es cuestionado por asumir cargo diplomático sin hablar inglés ni francés, mientras políticos y diplomáticos acusan «premio consuelo» del gobierno
El reciente nombramiento de Gustavo Adrianzén como representante permanente del Perú ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha generado una fuerte controversia en los círculos políticos y diplomáticos del país. Las críticas se centran en que el ex primer ministro no domina ni el inglés ni el francés, idiomas esenciales para el desempeño efectivo en la sede de la ONU en Nueva York.
La polémica se intensificó luego de que Adrianzén renunciara a la Presidencia del Consejo de Ministros un día antes de enfrentar cuatro mociones de censura en el Congreso. Su inmediata designación como embajador ante Naciones Unidas ha sido interpretada por varios sectores como un “premio consuelo” por parte del gobierno de Dina Boluarte.
El excanciller Javier González-Olaechea cuestionó la decisión al considerar que representa un riesgo para la representación peruana, al no contar Adrianzén con las herramientas lingüísticas mínimas necesarias. En esa misma línea, el congresista Fernando Rospigliosi (Fuerza Popular) calificó el nombramiento como un nuevo error del Ejecutivo y destacó que el cargo debía recaer en un diplomático de carrera.
Más severo fue el exembajador Walter Albán, quien tildó la designación de “insulto al país” y aseguró que responde más a lealtades políticas que a méritos profesionales. “Es una decisión precaria, un reciclaje que evidencia el deterioro institucional del gobierno actual”, afirmó.
No obstante, también hubo voces de respaldo. El presidente del Congreso, Eduardo Salhuana, defendió la designación argumentando que Adrianzén cuenta con experiencia internacional, tras haber representado previamente al Perú ante la Organización de Estados Americanos (OEA). “Ha sido primer ministro, lo que lo acredita para asumir un rol de esta magnitud”, declaró.
La controversia ocurre en un momento delicado para el Ejecutivo, ya que el nuevo Consejo de Ministros, liderado por Eduardo Arana, aún no ha acudido al Congreso para solicitar el voto de confianza, mientras se percibe una creciente tendencia a la reubicación de exfuncionarios en cargos de alto nivel pese a antecedentes recientes cuestionables.
Fuente: Infobae