La presidenta busca viajar del 24 al 28 de abril para representar al Perú en las exequias del sumo pontífice, fallecido el pasado 21 de abril. El Congreso definirá si autoriza su salida del país
Tras el fallecimiento del papa Francisco el pasado 21 de abril, la presidenta de la República, Dina Boluarte, presentó una solicitud formal al Congreso para viajar a la Ciudad del Vaticano y participar en el funeral del sumo pontífice. El pedido fue realizado mediante una iniciativa legislativa del Poder Ejecutivo y actualmente se encuentra en evaluación por el Pleno del Congreso, que deberá votar para aprobar o rechazar la salida de la mandataria del país.
“La presencia de la señora Presidenta de la República en las honras fúnebres del sumo pontífice constituye un gesto de respeto, gratitud y cercanía del pueblo peruano con la Santa Sede”, se señala en la exposición de motivos del documento enviado al Parlamento. Asimismo, se recalca la importancia de que el Perú esté presente en eventos de impacto internacional, especialmente en aquellos con los que mantiene una relación estrecha como con la Santa Sede.
De ser aprobado el viaje, Boluarte partiría hacia Roma el jueves 24 de abril, arribando un día después. Su participación en las exequias está prevista para el sábado 26 de abril, tras lo cual retornaría al país el día 28. Durante su estadía en el extranjero, la jefa de Estado atendería sus funciones de forma remota.
Cabe recordar que inicialmente Boluarte había anunciado que enviaría una delegación oficial en representación del Perú. Sin embargo, finalmente ha optado por solicitar asistir personalmente.
Como parte del homenaje al papa Francisco, el Gobierno ha declarado duelo nacional los días 22, 23 y 24 de abril. Durante estos días, el Pabellón Nacional ondeará a media asta en todas las entidades públicas del país y en representaciones diplomáticas en el exterior.
El papa Francisco, fallecido a los 88 años, es recordado por su legado en la defensa de los más vulnerables, su lucha por la justicia social y su firme llamado a cuidar el planeta. Su partida ha conmovido profundamente al mundo y ha dejado una huella duradera en la historia contemporánea de la Iglesia.
Fuente: La República