Director puneño alerta que nuevas reglas de DAFO podrían frenar el cine regional y reforzar el centralismo


Director de cine y docente universitario
Director de cine y docente universitario

Director de cine puneño advierte que la próxima convocatoria evidenciará si los cambios en la normativa del Ministerio de Cultura reducen la producción audiovisual en provincias y limitan narrativas críticas sobre la historia y la realidad del país.

En entrevista con Radio Onda Azul, el director de cine y docente universitario Dulio Palomino advirtió que será en la siguiente convocatoria de los fondos de la Dirección del Audiovisual, la Fonografía y los Nuevos Medios (DAFO) cuando se podrá constatar si las recientes modificaciones a la ley y las condiciones impuestas por el Ministerio de Cultura han reducido la producción audiovisual en provincias. Según explicó, la intromisión de sectores estatales y de cineastas limeños, aliados a intereses conservadores, ha limitado que estos recursos respondan a las realidades y problemáticas históricas del país.

En esta línea, recordó que en la última década el cine regional, en particular el producido en Puno, ha ganado reconocimiento internacional gracias a obras que visibilizan la identidad cultural y las problemáticas sociales de comunidades quechuas, aimaras y amazónicas. Producciones como Yana-Wara, Reynaldo Cutipa o Manco Cápac han demostrado que el cine puede ser un medio de expresión y denuncia, más allá de su faceta comercial.

Sin embargo, denunció que los cambios recientes en la normativa eliminan incentivos que favorecían a proyectos originarios y elevan las exigencias de financiamiento previo, beneficiando principalmente a realizadores de Lima con acceso a grandes empresas y redes de inversión.

El cineasta sostuvo que esta situación responde a una estrategia de “bloqueo” de narrativas incómodas para ciertos sectores políticos, que prefieren promover un cine “de espectáculo” desvinculado de los conflictos sociales y la memoria histórica.

En ese sentido, vinculó las restricciones de financiamiento a la intención de evitar producciones que aborden de manera crítica episodios como la violencia política de los años ochenta y noventa, bajo el argumento de prevenir supuesta apología al terrorismo.

Palomino advirtió que, si bien en la convocatoria anterior el impacto aún no se percibió plenamente debido a que el cronograma ya estaba aprobado, será en la siguiente postulación cuando se verá si el número y la calidad de proyectos regionales disminuye. “En los últimos años, los jurados internacionales han reconocido la calidad del cine de provincia y eso ha generado incomodidad en Lima. Ahora, las nuevas reglas parecen diseñadas para que la balanza se incline nuevamente hacia el centralismo”, afirmó.