El director Regional de Educación Puno, Rómulo Borda Ascencio, manifestó que los problemas que hoy se presentan con algunos docentes que buscan una plaza de contrato, quienes consignaron un certificado de discapacidad sin tener alguna limitación física, no perjudicará el buen reinicio del año escolar 2023, a pesar del número significativo de maestros que habrían incurrido en dicha falta, que sería alrededor de 900.
Esperan que esta situación se pueda resolver antes de la adjudicación de las plazas de contrato. Recordó que las diferentes Unidades de Gestión Educativa Local (UGEL) debieron de presentar la información hasta la semana pasada, a la comisión especial de la Dirección Regional de Salud, que vienen investigando estos casos. Aclaró que, en un eventual nombramiento, los docentes se sometan a un control posterior y de hallarse actos irregulares son anulados.
Respecto al mantenimiento de los locales escolares, dijo que según información elaborada a diciembre del 2022 se reporta que el 70% de los locales requieren de una intervención inmediata, que en cantidad asciende a los más de 2 mil 600 instituciones educativas.
Aclaró que los presupuestos transferidos el pasado año para mantenimiento ayudaron a subsanar las observaciones, “este año hay un adicional, el fondo está ahí; sin embargo, la intransitabilidad por las acciones de protesta no han permitido cumplir con dichas acciones”, indicó.
De la misma forma, manifestó que los bloqueos de vías no han permitido realizar la distribución de los materiales educativos; ante esta situación, no descartó que el inicio del año escolar se postergue una o dos semanas, “vamos a esperar un pronunciamiento del Ministerio de Educación”, expresó el director; aunque también aclaró que en la región de Puno se viene evaluando tomar algunas decisiones respecto a la postergación del año escolar.