Carlos Abad Vargas advirtió que la creación de nuevas universidades sin financiamiento propio redujo los ingresos de la UNA de 10 a 6 millones de soles, afectando su estabilidad y desarrollo institucional.
El secretario general del Sindicato de Docentes de la Universidad Nacional del Altiplano, Carlos Abad Vargas, admitió que el gremio no se pronunció a tiempo durante el debate sobre la creación de las nuevas universidades públicas en la región Puno, al creer que cada una contaría con su propio financiamiento independiente.
“Saludamos su creación, pero nunca se nos informó que se haría a costa del presupuesto de la UNA Puno”, declaró en entrevista con Radio Onda Azul, al tiempo de explicar que la redistribución del canon minero entre las universidades de Huancané, Azángaro, Melgar y El Collao generará una reducción significativa en los ingresos de la UNA, que anteriormente recibía alrededor de 10 millones de soles, y ahora apenas alcanza 6 millones.
Asimismo, cuestionó que el Gobierno central y el Congreso de la República aprobaran la creación de nuevas universidades sin garantizar los recursos necesarios para su funcionamiento, lo que debilita el fortalecimiento de las instituciones existentes, se están dividiendo los fondos y debilitando al sistema universitario público.
Motivo por el cual el dirigente indicó que el sindicato evalúa exigir al Ejecutivo la restitución del canon universitario y el cumplimiento de la homologación docente, tal como lo establece la Ley Universitaria N.º 30220.
Finalmente, reconoció que el silencio del sindicato en su momento fue un error que debe corregirse durante las protestas que se han emprendido días atrás, “debimos alzar la voz antes. Ahora el reto es unir esfuerzos para que la UNA Puno no siga siendo perjudicada en nombre de una expansión universitaria mal planificada”, concluyó.