Disputa Cultural entre Perú y Bolivia: La Virgen de la Candelaria y el Carnaval de Oruro en el Ojo de la Controversia


Candelaria
Candelaria

Acusaciones de plagio, quema de banderas y tensiones internacionales marcan el conflicto sobre las danzas andinas compartidas entre ambos países

La controversia cultural entre Perú y Bolivia por el origen de diversas danzas andinas, en especial las que se bailan durante la Festividad de la Virgen de la Candelaria y el Carnaval de Oruro, ha llegado a su punto máximo en los últimos días. La disputa, que involucra acusaciones de plagio, insultos en redes sociales y la quema de banderas, sigue siendo un tema de debate intenso entre ambos países, mientras que la Unesco ha intervenido para desestimar las demandas presentadas.

El conflicto comenzó a intensificarse después de que la Fraternidad Morenada Central Oruro compartiera un adelanto de un documental de National Geographic sobre la danza de la morenada, que, aunque tiene particularidades en Bolivia, también se baila en el lado peruano con diferencias propias. Desde entonces, se han multiplicado las denuncias por parte de organizaciones culturales bolivianas, como Obdefolk, que acusan a los peruanos de apropiarse de danzas y tradiciones que consideran exclusivamente suyas, como la diablada, morenada y llamerada.

Napoleón López, presidente de Obdefolk, ha señalado que muchos de los elementos culturales, desde bandas musicales hasta vestimentas, provienen de Bolivia, y han sido adoptados por Perú sin el reconocimiento correspondiente. Incluso, algunos grupos peruanos habrían copiado nombres y música de conjuntos bolivianos, adaptándolos a la festividad puneña. La tensión creció cuando el tiktoker boliviano Ale Pinedo fue acusado de promover el «plagio» de danzas bolivianas en la festividad de Puno, lo que llevó a su declaración como «persona no grata» y la prohibición de su ingreso al Carnaval de Oruro.

La respuesta de las autoridades peruanas ha sido clara: la Unesco ya ha rechazado en varias ocasiones las denuncias de Bolivia, argumentando que no existen evidencias históricas suficientes para reclamar la propiedad exclusiva de estas danzas. José Morales, historiador y experto en cultura puneña, explicó que Bolivia no tiene el sustento necesario para reclamar las danzas como propias y que el enfoque de la Unesco es sobre festividades, no sobre la patrimonialización de danzas individuales.

Además, tanto Perú como Bolivia comparten el origen de muchas de estas danzas, que datan de tiempos del Virreinato del Perú, cuando el proceso de sincretismo cultural y religioso dio lugar a una rica herencia cultural común. En este contexto, la diablada, aunque conocida por su popularidad en el Carnaval de Oruro, tiene una profunda tradición en el Altiplano, territorio compartido por varios países de la región.

El crecimiento de la Festividad de la Virgen de la Candelaria, que ha ganado relevancia internacional, ha provocado una mayor visibilidad de las danzas peruanas en el ámbito mundial, lo que podría estar alimentando la frustración de Bolivia, que ve su patrimonio cultural en peligro de apropiación. Sin embargo, para muchos peruanos, la festividad representa un acto de orgullo nacional y una manifestación del valor histórico, étnico y religioso del pueblo puneño.