El Papa Francisco abre la segunda Puerta Santa del Jubileo 2025 en la prisión de Rebibbia


Papa Francisco
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Un gesto de esperanza y reconciliación: el Papa elige una cárcel como símbolo de redención en el Jubileo de la Esperanza 2025

En un gesto cargado de profundo simbolismo, el Papa Francisco inauguró este 26 de diciembre la segunda Puerta Santa del Jubileo 2025, por primera vez dentro de una prisión. El acto tuvo lugar en la iglesia del Padre Nuestro, ubicada junto al complejo penitenciario de Rebibbia, en Roma. Este gesto histórico es una muestra del énfasis del Pontífice en la misericordia, el perdón y la redención, valores esenciales para el Jubileo de la Esperanza, que será el eje central de las celebraciones en el año 2025.

A su llegada a la iglesia del Padre Nuestro, el Papa explicó el significado detrás de su elección de una cárcel como lugar para abrir la Puerta Santa: “Quise que la segunda Puerta Santa estuviera en una cárcel para que todos, tanto dentro como fuera, pudiéramos abrir la puerta del corazón y entender que la esperanza no defrauda”, expresó el Pontífice. Con estas palabras, Francisco hizo un llamado a la humanidad a reflexionar sobre el poder transformador de la esperanza, incluso en los lugares más oscuros y difíciles.

El Papa Francisco golpeó la puerta seis veces, un número simbólico en la tradición católica, y con este acto, la Puerta Santa se abrió de par en par. Posteriormente, cruzó el umbral caminando, lo que contrastó con la ceremonia inaugural de la Puerta Santa en la Basílica de San Pedro, donde el Papa lo hizo en silla de ruedas debido a sus problemas de salud.

Este acto dentro de la prisión de Rebibbia fue un símbolo potente de inclusión y redención. Para el Papa Francisco, las puertas del corazón deben estar siempre abiertas, especialmente para aquellos que se encuentran en situaciones de marginación y exclusión. Al abrir la Puerta Santa en un contexto penitenciario, el Pontífice subraya que todos, sin importar su pasado o circunstancias, tienen acceso a la misericordia de Dios.

Este evento marca un momento significativo en la historia de los Jubileos, ya que la tradición hasta ahora había limitado la apertura de las Puertas Santas a lugares sagrados y públicos, como la Basílica de San Pedro. Al llevar el gesto de esperanza a una cárcel, el Papa reitera su mensaje constante de reconciliación, apelando a la humanidad para que no olvidemos a los más necesitados de compasión.

El Jubileo de la Esperanza 2025 promete ser un hito en el camino hacia la sanación y la restauración de la paz en el corazón de todos los seres humanos. Con esta segunda apertura, el Papa Francisco invita al mundo a caminar hacia un futuro lleno de perdón, esperanza y fraternidad, abriendo no solo puertas físicas, sino también las del corazón.