«El pueblo grita por justicia y vocación de servicio», clama el cardenal Castillo en el Te Deum


arzobispo de Lima cuestiona a autoridades
arzobispo de Lima cuestiona a autoridades

El arzobispo de Lima cuestiona a autoridades alejadas del pueblo y llama a una autocrítica nacional

En la Misa y Te Deum celebrada este 28 de julio en la Catedral de Lima, con motivo de los 204 años de la proclamación de la independencia del país, el arzobispo de Lima, cardenal Carlos Castillo Mattasoglio, recordó que hoy en día hay un pueblo que interpela, habla y grita por sus derechos. Asimismo, cuestionó el comportamiento distorsionado de las autoridades: “Hay un pueblo peruano que pide ayuda, pide que renuncien a sus diferentes ambiciones y costumbres injustas, que algunos no saben comprender, y son justas”, indicó en su homilía.

De la misma forma, llamó a evitar la construcción de una anarquía en el país. Invitó a todas las autoridades del país a hacer una autocrítica, incluso a los de la Iglesia. “Reconozcamos que una amplia capa de la dirigencia nacional vive a espaldas de la mayoría y solo ve sus propios intereses. Nuestro pueblo percibe que solo algunos, o pocos, actúan por vocación de servicio, así como lo hizo la Virgen María”, indicó el cardenal.

También dijo que, en la actualidad, hay un deseo incontenible que está brotando en el mundo ante la brutalidad guerrista de los más poderosos, que, sin compasión, matan de hambre a poblaciones enteras y no se dan cuenta de que no son dioses, creyéndose absolutos. “Con esta evasión no solo se perjudican ellos, sino que perjudican a todo el mundo”, indicó.

Recordó que en algunos poderes públicos se implementan reformas olvidando sus orígenes. Advirtió que el grueso de la dirigencia nacional, procedente de las provincias, ha olvidado sus raíces y no reconoce sus límites ni sus graves errores. “Que María, la Virgen, transmita esa paz. Hoy nuestro pueblo es nuestro primo que necesita ayuda”, expresó.

Finalmente, manifestó que es fácil ser dictador, pero muy difícil saber gobernar. Recordó que la República se constituyó difícilmente, probablemente por la perseverancia de la dictadura. Enfatizó que la actitud dictatorial y mandona proviene de personas sin vocación de servicio, cuyos dirigentes se forjaron sin vocación democrática, primando más los intereses particulares que el amor entrañable por todos.