En el tercer día de Novena en honor a la Santísima Virgen de la Candelaria, el padre del templo San Juan, Carlos Londoño, animó a los feligreses a ser esclavos de Dios, como lo hizo María. “Como esclavos, tendremos fuerzas para seguir adelante” dijo.
Haciendo recuerdo del evangelio de Lucas, menciona que la palabra del Señor siempre da vida, entusiasmo; es un sentimiento que edifica. “Es responsabilidad de todos nosotros, no dejar perder lo bueno que Dios ha hecho” señaló.
Dio a entender que, la humanidad somos fruto del Señor y depende de nosotros y las familias del mundo recoger lo bueno de la vida. “No dejemos que el fruto caiga al piso y se pierda. Pidamos a Dios para ser cosechadores de vida” señaló.
¿Qué debemos cosechar en la familia y hogar? Para responder la interrogante, el padre Carlos Londoño, pidió que nos pongamos a los pies de la Virgen María, para que nos ayude a cosechar las cosas buenas que Dios a puesto en nuestra vida.
Pidió, que no demos valor a la mala hierba, ya que muchos seres humanos a veces nos apegamos a las cosas negativas, comenzamos a señalar los defectos y acusamos al otro.