Una nube de ceniza de 5.000 metros de altura y un peligroso flujo piroclástico generaron momentos de pánico, aunque autoridades aseguran que no hay riesgo para la población
El volcán Etna, uno de los más activos de Europa, volvió a entrar en erupción este lunes en la isla italiana de Sicilia, generando una enorme nube de ceniza y gas tras el colapso parcial de su cráter sureste. La erupción, que se inició a las 11:24 a. m. (hora local), fue captada por cámaras de vigilancia que mostraron un flujo piroclástico, una mezcla letal de gases calientes, ceniza y rocas, desplazándose por el flanco norte del cráter.
El fenómeno volcánico tomó por sorpresa a numerosos turistas que se encontraban en las inmediaciones, generando escenas de pánico y evacuaciones espontáneas. En redes sociales circularon videos que mostraban a los visitantes corriendo montaña abajo mientras una densa columna gris se alzaba más de 5.000 metros sobre el volcán.
El Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV) informó que, tras la fase explosiva, la actividad volcánica se transformó en una emisión de lava. Aunque la erupción no provocó daños a poblaciones cercanas ni afectó la navegación aérea, se registraron esporádicas emisiones de ceniza desde el cráter noreste.
El presidente regional de Sicilia, Renato Schifani, y otras autoridades locales aseguraron que no existe peligro para la población. No obstante, recomendaron a los turistas evitar la zona del Valle del León, un área frecuentada por excursionistas. La protección civil de la región continúa monitoreando el volcán de cerca.
El Etna, símbolo icónico de Sicilia, atrae a miles de visitantes cada año, en parte por sus espectaculares paisajes volcánicos. En febrero pasado, su actividad también generó un inusual aumento del turismo, con visitantes buscando fotografiar ríos de lava contrastando con las nieves del invierno. Sin embargo, las autoridades reiteran la importancia de respetar las normas de seguridad en zonas de riesgo.
Fuente: Red Uno
