Imágenes difundidas en redes sociales mostraron al comisario de Chao, Randall Quispe, junto a una joven venezolana vinculada a un detenido. Inspectoría de la PNP ya investiga el caso
Un nuevo escándalo golpea a la Policía Nacional del Perú (PNP). El capitán Randall Jhonattan Quispe Cárdenas (36), comisario del distrito de Chao, en la provincia de Virú (La Libertad), fue removido de su cargo y trasladado a Trujillo luego de la difusión de unas imágenes donde se le observa durmiendo junto a una mujer venezolana, quien sería hermana de un detenido en esa jurisdicción.
Las fotografías, presuntamente difundidas por la propia joven, generaron indignación y cuestionamientos por posibles irregularidades dentro de la institución policial. Sin embargo, la mujer negó cualquier relación sentimental con el oficial y aclaró que el encuentro fue anterior a la detención de su hermano.
“Han sacado todo de contexto. Ese señor nunca me ha ayudado en nada. El encuentro fue antes que mi hermano cayera detenido”, declaró la joven a medios locales.
La mujer también afirmó que no recibió ningún beneficio por parte del capitán y que su hermano fue liberado tras cumplir las 48 horas de detención establecidas por ley, luego de ser arrestado por conducir en estado de ebriedad y pasarse una luz roja.
Ante el revuelo mediático, el general PNP Guillermo Llerena, jefe de la Región Policial La Libertad, anunció que el caso fue derivado a la Inspectoría General para determinar si hubo alguna falta disciplinaria.
“Uno es responsable de sus actos. A nadie se le va a apañar. Toda persona que cruce la línea será denunciada. Pero hay que respetar el debido proceso”, señaló el general Llerena.
Hasta el momento, la PNP no ha emitido un pronunciamiento oficial, mientras las investigaciones continúan en Trujillo.
Por su parte, la mujer implicada insistió en que no fue ella quien difundió el video y defendió a su hermano de las acusaciones que circulan en redes sociales:
“Él trabaja, no es delincuente. Estuvo detenido porque estaba borracho, pero no por robar ni cobrar cupos. Si dicen que es delincuente, que lo prueben”.
El caso ha generado amplio debate sobre la conducta ética de los efectivos policiales y el control interno dentro de las comisarías del país.