Los alumnos al retornar a la presencialidad, luego del encierro ocasionado por la pandemia, desarrollaron una “fobia social” o en otros casos el “síndrome de la cabaña”, es decir el deseo de no salir de casa para sentirse seguros, lo que no permite el desenvolvimiento adecuado, especialmente en los adolescentes, explicó la psicóloga Bertha Hualpa Bendezú.
Esta situación se evidencia cuando el estudiante no desea hacer sus tareas, no quiere asistir a clases y cuando presenta síntomas de ansiedad o depresión, puntualizó.
Para superar los cuadros de “fobia social” y que los jóvenes y adolescentes se adapten a la presencialidad, es importante fortalecer el trabajo de la comunidad educativa, acompañado de un especialista en psicología, remarcó.