Entre el dolor y la indignación, los padres de Kener Rojas Rocca, uno de los jóvenes hallados calcinados en Juliaca, exigieron una investigación exhaustiva que esclarezca las causas de su muerte. La familia, proveniente de Cusco, recuerda al joven como un hombre trabajador y solidario
Entre lágrimas y profundo dolor, María Elena Rocca Chuqihuayta y Claudio Rojas Mamani, padres de Kener Rojas Rocca (32), uno de los dos jóvenes hallados calcinados en la salida a Coata de la ciudad de Juliaca, exigieron justicia y una investigación exhaustiva para esclarecer las circunstancias de su muerte.
La madre relató que ambos son naturales del distrito de Andahuaylillas, provincia de Quispicanchi (Cusco), y que su hijo trabajaba de chofer en una obra del Gobierno Regional de Puno, en la construcción de un colegio en Juliaca. “Mi hijo era un hombre trabajador, no era ningún delincuente. Todos lo conocían porque era muy amiguero y siempre estaba dispuesto a ayudar”, expresó entre sollozos.
Según indicó, la última comunicación con Kener fue el sábado por la noche a través de WhatsApp, y desde entonces no supieron más de él. La familia sospecha que el crimen podría estar vinculado a motivos sentimentales, tras haber recibido amenazas de la expareja de la mujer con quien el joven se encontraba.
Los restos serán trasladados a Cusco luego de un homenaje póstumo en la obra donde laboraba. El pedido de justicia fue realizado desde la morgue de Medicina Legal de La Capilla, donde permanecían los cuerpos durante las primeras investigaciones.