El caso se acerca a una fase decisiva mientras crecen las amenazas contra la familia
A casi tres años de la muerte de Leonardo Murillo, abogado y funcionario de la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil), su familia sigue exigiendo justicia mientras el proceso judicial contra el principal sospechoso, Francisco Ramos Checalla, se acerca a una fase decisiva.
Murillo falleció el 28 de mayo de 2022 en un supuesto accidente de tránsito en la ruta Juli-Puno, específicamente en el sector de Suancata. En ese momento, viajaba en un taxi de placa Z5S-349 conducido por Ramos Checalla, quien es señalado como el principal sospechoso del hecho. La Fiscalía ha solicitado una pena de 12 años de prisión para el taxista, y el control de acusación ha sido programado para el 30 de mayo de 2025, una fecha clave que podría definir su futuro judicial.
Sin embargo, el caso ha tomado un giro preocupante. Percy Murillo, hermano de la víctima, denunció que el pasado 27 de marzo, Ramos Checalla lo citó junto a sus hermanas en una calle de Puno con el supuesto propósito de aclarar lo ocurrido el día de la muerte de Leonardo. Lejos de ser un diálogo pacífico, Percy asegura que él y sus hermanas fueron agredidos por el taxista y otros conductores de dos empresas diferentes.
Ante estos hechos, Percy Murillo manifestó su temor por la seguridad de su familia y solicitó garantías para proteger sus vidas. Considera que las agresiones y amenazas están directamente relacionadas con la proximidad del control de acusación, que podría sentenciar al presunto responsable.
Mientras tanto, la familia Murillo continúa exigiendo justicia y protección, en medio de un proceso judicial que podría llegar a su desenlace en los próximos meses.
