Entre lágrimas, su madre pide que se investigue a fondo y alerta que el feminicida «no actuó solo»
Ayer, miércoles 30 de julio, familiares, amigos y ciudadanos despidieron entre lágrimas a Lisbeth Érika Chañi Marca, la joven víctima de un brutal feminicidio que ha conmocionado a la región Puno.
Los restos de la joven, que fue hallada descuartizada tras varios días de búsqueda, fueron velados y, la mañana del miércoles, se realizó la misa de cuerpo presente en la iglesia San Antonio, antes de ser sepultados en el cementerio de Laykakota.
La madre de Lisbeth, entre lágrimas, exigió justicia en medio del sepelio. “Esto no debe volver a pasar. Él no actuó solo, pido que se investigue hasta el final”, declaró, denunciando que el crimen no habría sido cometido por una sola persona.
Asimismo, indicó que Lisbeth era el principal sostén económico de su hogar, por lo que, además del profundo dolor emocional, enfrentan ahora una difícil situación económica.
