Raúl Samillán, hermano del médico fallecido en las protestas del 9 de enero, denunció la lentitud en las investigaciones y la injerencia política en el Ministerio Público
El presidente de la Asociación de Mártires y Víctimas del 9 de enero, Raúl Samillán Sanga, manifestó que las diferentes familias que perdieron a sus seres queridos en las protestas contra la exmandataria Dina Boluarte lamentan que, hasta la fecha, no se visualice ni se avizore una investigación célere en los casos donde más de 50 personas perdieron la vida en el país.
Asimismo, recordó a su hermano, Marco Antonio Sanga, médico de profesión, quien decidió ayudar a los manifestantes heridos de bala, perdigones y afectados por gases lacrimógenos lanzados por la Policía Nacional. Fue en ese contexto cuando recibió un disparo y perdió la vida en el lugar.
Al respecto, enfatizó que su hermano no participaba en las protestas, sino que apoyaba junto a un grupo de médicos; sin embargo, fue asesinado junto a otros jóvenes que tampoco estaban involucrados. A esto se suma la tristeza y decepción de las familias ante la falta de justicia, ya que no se observa celeridad en las investigaciones. Samillán señaló que, pese al compromiso de la exfiscal Delia Espinoza, los procesos no avanzaron debido a la intervención de poderes políticos que suspendieron a la fiscal.
Finalmente, expresó que es un dolor inmenso, ya que muchas familias solo pueden ver las fotografías de sus seres queridos con impotencia y tristeza. Ante ello, pidió justicia para los peruanos que perdieron la vida. No obstante, indicó que a veces pierde la confianza en el Ministerio Público, pues, aunque es un organismo autónomo, lamentablemente los poderes políticos han venido ejerciendo control sobre instituciones que deberían garantizar investigaciones sin interferencia.