Fuertes tempestades de granizo abatieron sobre la costa oriental australiana este lunes mientras «espantosas» tormentas de polvo barrieron zonas afectadas por la sequía, unos eventos extremos que conviven con los incendios que consumen partes del país desde setiembre del pasado año, empeorando día tras día por el cambio climático.
Más de 10 millones de hectáreas han sido consumidas por los incendios en los que han fallecido más de 29 personas y cientos de millones de animales y han destruido más de 2 mil viviendas. Violentas tormentas de granizo se abatieron sobre la capital, Canberra, este lunes.
Los servicios de emergencia pidieron a la población que «retiren los vehículos que están estacionados en la calle y los alejen de los árboles y de los cables eléctricos» para evitar tragedias.
El servicio meteorológico local pidió a los habitantes del sureste del Estado Nueva Gales del Sur, donde se encuentra Sidney, que estén preparados porque se avecinan las tormentas.