Ingeniera advierte que el 97% de tierras en Puno dependen de lluvias y exige políticas de riego e inversión equitativa para el agro


Ingeniera agrónoma
Ingeniera agrónoma

Sonia Sánchez advierte que la vulnerabilidad del agro puneño frente al cambio climático requiere políticas diferenciadas, proyectos de irrigación a gran escala y una estrategia regional de desarrollo agrícola sostenible.

Durante una entrevista en Radio Onda Azul, la ingeniera agrónoma Sonia Sánchez, señaló que el 97% de las tierras cultivables dependen exclusivamente de las lluvias, y solo un 3% cuenta con riego tecnificado, lo que expone a los productores a pérdidas constantes ante fenómenos como heladas, granizadas y estiajes.

También destacó que Puno cuenta con dos ecosistemas diferenciados: el altiplano y la selva, lo que requiere enfoques distintos para el desarrollo agrícola. Mientras que en la selva la producción es limitada por la falta de vías de comunicación, en el altiplano el cambio climático ya ha afectado la producción de quinua, con una reducción estimada del 40%.

Precisó que desde el Instituto Nacional de Innovación Agraria – INIA, se ha contribuido con la liberación de nuevas variedades de maíz, papa y quinua adaptadas a las condiciones locales. No obstante, subrayó que la investigación debe complementarse con el trabajo del ingeniero extensionista, quien debe llevar el conocimiento técnico al campo, integrarlo con los saberes ancestrales y promover prácticas sostenibles como la agricultura orgánica.

Finalmente, cuestionó la falta de políticas regionales que promuevan proyectos de irrigación a gran escala y consideró necesario que el Gobierno Regional impulse una verdadera estrategia de desarrollo agrícola, «no se trata de negarse al desarrollo, sino de exigir inversiones equitativas en beneficio de nuestros agricultores», concluyó.