Ingeniero afirma que colapso del Coliseo de Salcedo se debió a falla estructural


Colapso del Coliseo de Salcedo
Colapso del Coliseo de Salcedo

“La acción humana fue el detonante, pero la causa principal fue una falla estructural”, enfatizó ingeniero estructuralista sobre el caso del colapso del techo del Coliseo de Salcedo.

El reciente colapso de parte de la estructura metálica del Coliseo de Salcedo, en la región Puno, que dejó como saldo un trabajador fallecido y otro gravemente herido, continúa generando cuestionamientos sobre las verdaderas causas del accidente.

Según el ingeniero civil y estructurista Johnny Benique Paricelas, el hecho no puede atribuirse únicamente a una supuesta falla humana, como se ha señalado inicialmente desde el mismo Gobierno Regional de Puno.

En entrevista con Radio Onda Azul, el especialista explicó que la estructura ya presentaba una inestabilidad latente, producto de la ausencia de arriostramientos laterales adecuados durante el proceso de montaje. Esta deficiencia técnica hacía que el sistema estructural se comportara como un “castillo de naipes”, aparentemente estable, pero vulnerable a cualquier fuerza mínima.

El movimiento del trabajador pudo haber sido el detonante, pero no fue la causa. La causa real es que la estructura no contaba con la estabilización necesaria. En esas condiciones, el colapso iba a ocurrir tarde o temprano, incluso con un viento fuerte o cambios de temperatura”, precisó.

Detalló además que las vigas metálicas de gran longitud, por su propio peso, tienden a torcerse si no cuentan con refuerzos laterales temporales o definitivos. En este caso, las correas instaladas sobre la parte superior solo cumplían una función secundaria que era el de sostener la calamina y no tenían capacidad estructural para garantizar estabilidad.

Asimismo, explicó que el colapso fue de tipo progresivo, porque una viga perdió estabilidad, se torsionó y arrastró al resto del sistema, provocando el desplome súbito de toda la sección central del techo. Esta zona, a diferencia de los laterales norte y sur, no contaba con arriostramientos, lo que explica por qué solo colapsó el tramo central.

“El fallo fue súbito, no dio aviso. Eso va contra los principios básicos del diseño estructural, cuya filosofía es proteger la vida humana y permitir evacuaciones ante una falla”, añadió.

Benique también aclaró que, de manera preliminar, no se puede afirmar que haya existido una falla de diseño, sino más bien una falla en el proceso constructivo y en la aplicación de dicho diseño. La instalación de los refuerzos debía realizarse de forma progresiva y simultánea al montaje, y no dejarse para una etapa posterior, ya que ello resulta antitécnico y peligroso.

Finalmente, el especialista señaló que ahora corresponde a los peritos estructurales evaluar la magnitud de los daños en columnas, vigas y cimentación, y determinar si la estructura es reparable o si deberá demolerse parcialmente o en su totalidad. Mientras duren las investigaciones del Ministerio Público y la Contraloría, la infraestructura no debería ser intervenida.