El templo Santa Cruz de Juli, no solo tiene un valor artístico, también grandes personajes del mundo han participado en su historia, empezó diciendo el obispo de la Prelatura de Juli, Ciro Quispe, en la conferencia de prensa respecto al inicio de actividades por la remodelación de la iglesia, construido hace más de 430 años en estilo barroco-mestizo.
En el proceso de sincretismo cultural, además de los aymaras, picapedreros que han dejado su huella, es posible que Jesuitas como Ludovico Bertonio, José de Acosta, Santo Toribio de Mogrovejo hayan oficiado para la construcción del templo. Mientras que la primera misa en aymara fue celebrada por el Jesuita Alonso de Barzana, quien aprendió 12 lenguas.
“El papa Francisco, en mi penúltima visita a Roma, me dijo que quiere canonizar a Alonso de Barzana, por eso hay que restaurar el templo. No solo es un monumento histórico (el templo Santa Cruz) sino está obra es del pueblo aymara que se tiene que mostrar con orgullo” confesó en público el obispo Ciro Quispe.
Monseñor agradeció de manera especial a la ex ministra de Cultura Zonia Guillén, con quien conversó en el mes de diciembre para la elaboración del expediente técnico. De igual manera a fines de mes de enero una comisión presidida viceministra María Elena Cordoba, mostró su interés de iniciar el proyecto.
En la conferencia de prensa también estuvo presente un equipo técnico especializado, liderado por Fredy Domingo Escobar Zamalloa, director de la Dirección Desconcentrada Cultura de Cusco, quien mostró su predisposición para que el proyecto sea realidad.
El equipo técnico con experiencia en la recuperación de patrimonio cultural en esta etapa de elaboración de expediente técnico lo conforman 14 personas entre ellos tres arquitectos, dos técnicos restauradores con especialidad obra de arte, una arqueóloga, un economista y personal expediente técnico (mecanistas y topógrafos).
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“El proyecto inicia hoy. Será entregado a la sociedad, en dos meses y medio” dijo Fredy Escobar y luego se comprometió a coordinar con la subdirectora de Patrimonio de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco para viabilizar el expediente e iniciar la obra. Calcula una inversión de 6 a 8 millones de soles para su ejecución.
Sobre la reconstrucción del Templo manifestó que no es una tarea fácil ya que demandará una atención altamente especializada. La demanda económica en un porcentaje da a entender que será a través de los recursos directamente recaudados de importantes centros arqueológicos.
“La obra debe concluir en dos años” adelantó para ello informa que se requerirá la mano de obra de personal altamente especializado en cantería y piedra. Por ello plantea la necesidad de cien trabajadores.