Aunque en noviembre se registró un crecimiento del 5 % en el gasto y la inversión pública, persisten bajos niveles de ejecución, irregularidad en el gasto y más de 60 mil proyectos paralizados en el país, según especialistas.
A pocas semanas de culminar el año fiscal, el gasto y la inversión pública en el Perú continúan mostrando avances limitados y desiguales. Si bien en noviembre se registró un crecimiento moderado del 5 %, impulsado por una mejor ejecución presupuestal y el avance de algunas obras de infraestructura y programas sociales, especialistas alertan que los resultados aún están lejos de ser óptimos.
El economista del Instituto Peruano de Economía (IPE), Miguel Alzamora, señaló que el incremento observado en la inversión pública ha sido cada vez menor y responde a una estrategia de priorización y moderación del gasto desde el Ejecutivo hacia el cierre del año, “se trata de un avance que debe analizarse en un contexto en el que el gasto público ha sido irregular durante todo el año, con meses de bajo crecimiento, caídas e incrementos muy leves”, explicó.
Advirtió que, a pocas semanas de cerrar el año, muchas regiones, ministerios y municipalidades aún presentan bajos niveles de ejecución presupuestal, esta situación evidencia diferencias en la capacidad de gestión entre las entidades públicas y pone en riesgo la correcta utilización de los recursos asignados.
Mencionó que, uno de los principales problemas es la ineficiencia en el gasto, reflejada en la existencia de más de 60 mil proyectos de inversión pública paralizados o abandonados en el país, de acuerdo con un reciente análisis del Banco Mundial. Estas deficiencias se repiten en sectores clave como seguridad ciudadana, transporte e infraestructura, donde los retrasos en expedientes técnicos y la falta de continuidad en las gestiones afectan el avance de las obras.