Hoy celebramos el nacimiento de la Madre de Jesús, el principio de nuestra salvación y fuente inagotable de esperanza
Hoy, 8 de setiembre, la Iglesia celebra con alegría y gratitud la Natividad de la Virgen María, una fecha especial para millones de fieles alrededor del mundo. Es un día para recordar y dar gracias a Dios por habernos regalado a la Madre de Jesús, nuestra Madre, que con su sí incondicional cambió el curso de la historia de la humanidad.
El nacimiento de María, aunque no está detallado en los Evangelios, ha sido transmitido por la tradición cristiana a través de los siglos. San Juan Damasceno, en una homilía pronunciada en la Basílica de Santa Ana en Jerusalén, nos recuerda el profundo significado de este evento. «Por medio de María, todo el género humano ha sido restaurado, y la tristeza de Eva se ha transformado en gozo», expresaba este santo y doctor de la Iglesia. Esta reflexión nos invita a mirar a María no solo como Madre de Jesús, sino como la «Nueva Eva», quien con su sí, trajo la luz de la salvación al mundo.
El nacimiento de la Virgen María es un regalo de Dios a la humanidad, un «don excelsísimo», como lo destacó San Juan Damasceno, quien resaltó la importancia de los padres de María, Joaquín y Ana, a quienes toda la creación debe gratitud por haber dado a la humanidad a la Madre más pura y digna de Dios.
Aunque los Evangelios no detallan el lugar exacto de su nacimiento, las tradiciones cristianas han apuntado a Belén o Nazaret como posibles lugares de su venida al mundo. En Jerusalén, desde el siglo V, se construyó un santuario en honor a la Virgen, situado cerca de la Piscina Probática, donde Jesús curó a un paralítico. Este lugar es considerado por muchos como el hogar ancestral de la Virgen María, y sobre sus ruinas se erige hoy la Basílica de Santa Ana, un testimonio vivo de la devoción de los cristianos a la Madre de Dios.
La fiesta de la Natividad de la Virgen María es celebrada desde el siglo V en Oriente y desde el siglo VII en Occidente. En Roma, la celebración se caracterizaba por procesiones y letanías en honor a la Virgen, concluyendo en la Basílica de Santa María la Mayor. Cada 8 de setiembre, los cristianos se unen para reconocer el amor inmenso de Dios, quien se hizo presente en la historia a través de la Virgen María.
Hoy, al celebrar su nacimiento, renovamos nuestro amor y gratitud a la Madre de Jesús, quien con su vida y su ejemplo nos enseña a vivir con fe, esperanza y caridad. ¡Feliz cumpleaños, Madre nuestra!