En medio de la emergencia sanitaria y principalmente económica, algunos jóvenes han optado por trabajar como repartidores a delivery; sin embargo, no muchas veces son correspondidos por sus clientes.
Abel Apaza Ticona, denuncia que el miércoles por la noche de la presente semana, atendió el servicio de una cliente, cuyo domicilio está ubicado en el jirón Atuncolla de la ciudad de Puno, quien al recibir el pedido – producto requerido (alimentos), solicitó unos minutos y al ingresar a su vivienda nunca más volvió abrir la puerta.
Dijo que, el monto de los productos solicitados acumula más de 120 soles, “he tenido que esperar hasta la 1 de la madrugada, he tocado la puerta, pero nunca abrió la puerta” relató el joven repartidor. Asimismo, dijo que posterior a la hora mencionada, se constituyó a la comisaría policial para hacer la denuncia; sin embargo, no pudo concretar la denuncia, ya que el caso no constituiría ningún delito.
Ayer a mediodía volvieron a protestar en los exteriores del domicilio junto a jóvenes de otras empresas a delivery y no obtuvieron ninguna respuesta; ante esta situación, advirtió a sus colegas y otros vendedores a tener mucho cuidado con este tipo de personas que no cumplen con el pago de los servicios que solicitan. Agregó que, se vio afectado económicamente en sus haberes.