La renegociación del gas natural de Camisea volverá a estar esta semana en la agenda del Ejecutivo, MINEM insistirá con Perupetro para atender la solicitud de renegociación del contrato con el consorcio.
La necesaria renegociación del gas natural de Camisea volverá a estar esta semana en la agenda del Ejecutivo. Esto luego del anuncio del Ministerio de Energía y Minas (Minem) de que insistirá con Perupetro para atender la solicitud de renegociación del contrato.
Es preciso recordar que en octubre del 2021 se creó la Comisión multisectorial para la masificación del gas natural de Camisea, integrada por la PCM, Minem, MEF, Mincetur, Minjus, Ministerio de Relaciones Exteriores, así como Perupetro. Este grupo, en enero de este año, emitió un informe para definir los lineamientos con los cuales el estado peruano requiere renegociar con el consorcio. No obstante, posterior a eso, no se ha avanzado nada sobre ello.
Aunque ahora se buscaría retomar el tema, se revela también sonoras inconsistencias desde el partido de Gobierno para llevarla adelante.
Y es que, a la par, Perú Libre anida un proyecto de ley –aún no presentado oficialmente– para la desaparición de Perupetro, lo cual deja al Estado sin su negociador por ley ante las empresas del sector privado y, con ello, al responsable de intermediar para que el gas natural vire al mercado interno.
En esa línea, Carlos Herrera Descalzi, exministro de Energía y Minas, señala que la propuesta lanzada en Cusco por el Minem, de pedir a Perupetro priorizar la renegociación del contrato de Camisea, pierde fuerza debido a estas disyuntivas.
Pero ello no significa que el contrato no pueda ser reformulado. Herrera enfila contra la exportación del gas natural, que actualmente paga mucho menos regalías que por el consumo en el mercado interno. En efecto, el precio al cual se exporta el gas natural resulta siendo inferior al que rige para el mercado local. Ello condujo a que, en algún momento, existió un precio de referencia, pero luego se reexportó a otros destinos con un marcador internacional más alto sin beneficiar económicamente al Perú.
“Algo que fue escandaloso desde el principio fue el contrato de exportación del Lote 56. Antes el Perú importaba el petróleo por US$ 100 el barril y exportaba su equivalente en gas por un dólar. Hoy en día, debería recibir mucho más que ese dólar, pues el precio internacional se ha multiplicado por la guerra entre Rusia y Ucrania, pero lo que le corresponde es nada. Ese contrato le daba al país casi una propina y habría una lógica para conversarlo. Pero como toda renegociación, depende de las dos partes”, remite Herrera Descalzi.
Ni un milímetro de ductos
Camisea no se renegocia por renegociar, en el trasfondo se encuentra la masificación del gas para todos los peruanos y la seguridad energética del país. Pero el tema del contrato debe también calzar con la decisión tangible del Estado para construir ductos, algo que no depende del consorcio, como transmite Gustavo Navarro, exdirector de Hidrocarburos.
Para el experto en energías, lo que se busca, finalmente, es promover la masificación del gas construyendo infraestructura, pero en todos estos meses “no se ha avanzado ni un milímetro de ductos”, pese a que los tubos dejados por Odebrecht en el fenecido Gasoducto Sur Peruano (GSP) “siguen ahí, esperando a ser colocados”.
Navarro, sin embargo, encuentra espacios para bajar el precio de referencia de paridad de importación a paridad de exportación en una eventual renegociación, aunque ello tendría que ir de la mano con el problema de cómo se manejaría en adelante los envíos al Perú.
“La producción de GLP no alcanza para cubrir la demanda interna, aun con Camisea. Supongamos que el consorcio vende todo su GLP a paridad de exportación; una vez que haya que importar, nadie va a traer el combustible si no puede cubrir sus costos. Hay que definir esos mecanismos al mismo tiempo, porque el mercado podría quedar insatisfecho”, advierte.
Datos
Luz. Camisea tiene un contrato vigente hasta el 2040 y el gas que producen genera el 40% de la electricidad que se consume en el país.
Combustión. Casi el 80% del GLP en el Perú se obtiene del fraccionamiento del gas natural.
Gas. Camisea, por falta de mercado interno, reinyecta a los lotes 88 y 57 más de 400 millones de pies cúbicos al día.
Camisea: entre renegociar y masificar con infraestructura
El 80% de la demanda de GLP es cubierta por Camisea, que extrae el insumo de los yacimientos de Megantoni, Cusco. Empresas como Repsol, Limagas, Llamagas, entre otras, importan. Pese a esta diferencia, el precio lo define el costo del petróleo internacional. Es decir, Camisea nivela sus precios al de la importación pese a que producirlo aquí cuesta menos.
La idea de Perú Libre es que, primero, Perupetro le otorgue todos los pozos petroleros a Petroperú para luego, ante el sinsentido de su existencia administradora, desaparezca.
Otro proyecto de Perú Libre, el PL 1829/2021, busca declarar de interés nacional la construcción del SIT-Gas sobre la ruta abandonada por el GSP de Odebrecht.
Con información de La República