En el “Día del maestro”, la docente Cesárea Luna Olvea, rememoró con nostalgia parte de su vida como estudiante y maestra. “Las maestras nos enseñaban con cariño y dureza, antes era el padre de familia quien exigía que haya disciplina en los niños”, contó.
Refirió que la primera escuela es el hogar y en casa los primeros maestros son el padre y madre, quienes con su ejemplo enseñan al hijo la disciplina y el profesor consolida lo que aprendió el niño o niña.
Asimismo, dijo que para ser maestro se debe tener vocación de servicio. “Es fundamental porque podrá enseñar con la acción, es decir con ejemplo, amor, cariño y entrega”, declaró en entrevista.
Cabe indicar que radio Onda Azul otorgó un reconocimiento a la profesora Cesárea Luna por su abnegada y destacada labor como educadora, luchadora social, promotora del desarrollo de la región de Puno y ejemplo de vida para las futuras generaciones.
