Durante la Misa de Gallo en Puno, exhortó a recuperar el verdadero espíritu navideño
Durante la Misa de Gallo, oficiada en la Catedral de Puno, monseñor Jorge Pedro Carrión Pavlich invitó a los fieles a reflexionar sobre el verdadero sentido del nacimiento de Jesús, destacando que la Navidad no debe reducirse a una celebración comercial, sino vivirse como un tiempo de renovación espiritual, amor y esperanza.
En su homilía, el obispo recordó que Jesús nació en la humildad más profunda, sin un lugar digno donde descansar, envuelto en pañales y recostado en un pesebre. Exhortó a la ciudadanía a abrirle un espacio en el corazón, señalando que Cristo sigue buscando refugio en la vida de cada persona para iluminar, sanar y devolver la dignidad humana.
Monseñor Carrión advirtió que una de las mayores carencias de la sociedad actual no es la pobreza material, sino la pobreza espiritual, marcada por la indiferencia. En ese sentido, mencionó que el nacimiento de Jesús viene a restaurar lo que se ha perdido en el ser humano y a recordar que todos somos criaturas de Dios, llamados a participar en su obra creadora con responsabilidad y amor.
Asimismo, resaltó que la Navidad es fuente de una alegría profunda y duradera, una alegría que no depende de lo externo, sino del encuentro sincero con Dios. “Jesús nos enseña a amarnos los unos a los otros, más allá del pecado, del odio y de la oscuridad”, expresó, recordando el mensaje evangélico del amor fraterno como base de una convivencia auténtica.
Finalmente, monseñor Carrión exhortó a las familias puneñas a diferenciar el verdadero espíritu de la Navidad de las ofertas del mundo actual, indicando que la alegría no se compra ni se comercializa, sino que se vive desde lo más profundo del corazón.
Llamó a iluminar la vida con gestos de fe, solidaridad y esperanza, para que la luz del nacimiento de Cristo se refleje no solo en los hogares, sino también en las calles y en la sociedad.
