Después de un fuerte rechazo inicial, el Ministerio de Salud pide reconsiderar el financiamiento para fortalecer la vigilancia de salud pública, un proyecto clave para enfrentar epidemias futuras en el país
El Ministerio de Salud (Minsa) ha dado un giro de 180 grados en su postura sobre el préstamo del Banco Mundial para el proyecto de Fortalecimiento del Sistema Nacional de Vigilancia de Salud Pública, que inicialmente había rechazado. Esta reconsideración, anunciada el 10 de junio por Epicentro TV, ha generado diversas reacciones en el ámbito político y sanitario, dado el contexto de los desacuerdos previos sobre la ejecución de la iniciativa.
En abril de este año, la cartera de Salud, dirigida por César Vásquez, decidió rechazar el financiamiento de más de S/300 millones ofrecido por el Banco Mundial, argumentando que el proyecto no presentaba avances significativos. Sin embargo, la verdadera causa de este rechazo se vinculó a la permanencia de Consuelo Perales Meta en el cargo de coordinadora general de la iniciativa. Perales, quien tiene vínculos con el partido Alianza para el Progreso (APP), del cual también es parte el ministro Vásquez, fue el centro de controversia.
Según el Minsa, la decisión fue parte de un esfuerzo por garantizar que los recursos se manejen de manera autónoma, sin la supervisión del Banco Mundial sobre los nombramientos clave dentro de la unidad ejecutora del proyecto. Sin embargo, varios especialistas en salud pública, como el experto Omar Neyra, alertaron que este rechazo podría retrasar el avance de un proyecto crucial para el país, especialmente en un contexto de vulnerabilidad frente a futuras epidemias.
La obra, que abarca la construcción de varias infraestructuras clave para la salud pública en distintas regiones del país, fue inicialmente financiada en parte por el Banco Mundial en 2021. El contrato comprometía un desembolso de US$68 millones, pero la condicionalidad del organismo internacional para la contratación de personal calificado fue rechazada por el Ejecutivo, lo que derivó en la suspensión del préstamo.
Lo que parecía un obstáculo burocrático se transformó en un fuerte debate político sobre la gestión pública y la eficiencia de las decisiones del gobierno. Tras meses de tensión, el Minsa ha reconsiderado su postura y ahora solicita la reactivación del préstamo para no seguir perdiendo tiempo en la implementación de un proyecto esencial para la salud pública del país.
En paralelo, las críticas sobre la gestión de Consuelo Perales siguen vigentes. A pesar de las defensas de César Vásquez, quien asegura que la funcionaria cumple con el perfil técnico necesario, la oposición no ha dejado de señalar que su nombramiento tiene tintes políticos, lo cual pone en duda la transparencia de la decisión.
En medio de todo este enredo, lo cierto es que el país sigue esperando que el proyecto de fortalecimiento del Sistema Nacional de Vigilancia de Salud Pública se haga realidad lo antes posible, pues se trata de una iniciativa que podría marcar la diferencia en la capacidad del Perú para enfrentar emergencias sanitarias en el futuro.
Este contratiempo demuestra cómo la política y la gestión pública pueden influir en proyectos de gran impacto social, dejando claro que la salud de los ciudadanos sigue siendo uno de los terrenos más complejos y sensibles en la administración pública del país.