De las 18 víctimas mortales del pasado 9 de enero, en el Aeropuerto Inca Manco Cápac de la ciudad de Juliaca, 10 recibieron balas en el tórax, 5 en la cabeza y 2 en el abdomen, lo que podría ser una sospecha de que los policías actuaron de acuerdo a indicaciones por sus superiores.
Según las pericias fiscales, 17 víctimas presentaban heridas compatibles con los proyectiles de armas de fuego que utilizan militares y efectivos. Además, según investigaciones fiscales, el pasado 9 de enero, los policías salieron con pistolas, escopetas y fusiles AKM.
Cabe indicar que, restos de proyectiles encontrados en 9 cuerpos, señalan que fueron disparados por fusiles AKM, que comúnmente utiliza la policía. Uno de los fallecidos presentó 72 heridas de perdigones incrustadas en el cuerpo.
Fuente: La República