Nicolas Sarkozy entra en prisión: el primer expresidente francés encarcelado en la historia reciente


Foto: Nicolas Sarkozy

Condenado a cinco años por financiación ilegal con fondos libios, Sarkozy ingresa en la prisión de La Santé mientras proclama su inocencia y denuncia una «Francia humillada por el deseo de venganza»

Nicolas Sarkozy se ha convertido este martes en el primer expresidente de Francia en ingresar en prisión, marcando un hecho sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial. Condenado a cinco años por conspirar para financiar ilegalmente su campaña electoral de 2007 con fondos del entonces dictador libio Muamar el Gadafi, Sarkozy ingresó esta mañana en la prisión de La Santé, en el sur de París.

Desde que el mariscal Philippe Pétain fuera encarcelado por traición en 1945, ningún otro exjefe de Estado francés había pisado una celda. Sarkozy, de 70 años, fue presidente de la República entre 2007 y 2012 y enfrenta esta condena tras una larga batalla judicial. Aunque presentó un recurso, el tribunal ordenó su ingreso inmediato debido a la «gravedad excepcional de los hechos».

El expresidente fue recibido con aplausos por un centenar de simpatizantes al salir de su residencia junto a su esposa Carla Bruni. Su llegada a la prisión estuvo acompañada de un fuerte operativo de seguridad. Será recluido en una celda de 9 m², en el ala de aislamiento por razones de seguridad, y dispondrá de un aseo, ducha, escritorio y televisión.

Sarkozy continúa proclamando su inocencia. A través de un mensaje en la red social X, afirmó: «No tengo ninguna duda. La verdad triunfará. Pero el precio que habrá que pagar habrá sido abrumador». En otro mensaje, agregó: “No están encarcelando a un expresidente, sino a un hombre inocente”.

El caso que lo llevó a prisión involucra a varios de sus colaboradores más cercanos y a operaciones de financiación encubierta con dinero proveniente del régimen libio. Aunque fue absuelto de haber recibido directamente esos fondos, fue hallado culpable de asociación ilícita.

En los días previos a su encarcelamiento, Sarkozy aseguró no temerle a la prisión y anunció que se llevaría dos libros: una biografía de Jesús y El Conde de Montecristo, la historia de un hombre injustamente encarcelado que busca venganza.

El presidente Emmanuel Macron lo recibió en privado días antes, y el ministro de Justicia, Gérald Darmanin, anunció que lo visitará en prisión como parte de sus funciones. Sarkozy ha declarado que no espera un trato especial, pero sí mantiene firme su postura: «Mantendré la cabeza alta, incluso a las puertas de la prisión».

Este caso reabre el debate en Francia sobre la justicia, el poder y la responsabilidad de los líderes políticos frente a la ley.

Fuente: BBC Español