Por recordarse el día de los fieles difuntos, que se conmemora cada 2 de noviembre, el obispo de la Diócesis San Carlos Borromeo de Puno, Jorge Pedro Carrión Pavlich, reflexionó que la oración en familia por los seres queridos es mucho más importante que llevar flores y ofrendas a los cementerios.
Asimismo, refirió que; con la oración del Padre Nuestro, Ave María y recordando sus nombres de los difuntos, las familias cumplirán con darle un descanso eterno y sugirió que, “enciendan una vela en medio de la oración de la familia hasta que se acabe”.
Por otro lado, resaltó que el amor al prójimo es la mejor manera de vivir en armonía con la sociedad, acogiendo el valor más grande del hombre. “Las personas buscamos amor, así como los niños necesitan amor y abrazos, con ello conviviremos de la mejor manera en este mundo” dijo.
Finalmente, resaltó que la humanidad debe ser coherente entre los actos y la palabra, para responder la expectativa de la sociedad. “El valor del hombre es el amor, y no la riqueza ni la profesión que tiene, porque el hombre fue creado a la semejanza de Dios, ama a tu prójimo como a ti mismo, con ello estarás amando también a Dios” dijo.