Carlos Miguel Mestanza destaca la dimensión espiritual de la elección papal y llama a la oración y unidad de la Iglesia en este momento histórico de transición.
El párroco de la Diócesis San Carlos Borromeo, Carlos Miguel Mestanza, compartió una profunda reflexión sobre el legado del Papa Francisco y el complejo proceso que se avecina para la elección de su sucesor. En medio de la tristeza por el fallecimiento del Santo Padre, destacó la esperanza que surge de la fe y la confianza en el Espíritu Santo para guiar a la Iglesia.
Durante su alocución, el párroco rememoró figuras clave como Juan Pablo II, a quien calificó como “el Papa de los récords” por sus 104 viajes apostólicos y más de 480 santos canonizados durante sus 27 años de pontificado. También abordó el impacto de la renuncia de Benedicto XVI, recordando que en más de dos mil años de historia solo unos pocos papas han dimitido, y que incluso el Papa Francisco tenía preparada una carta de renuncia en caso de verse impedido de continuar.
Resaltó también que el proceso de elección de un nuevo Papa no responde a campañas ni candidaturas abiertas, sino a un discernimiento profundo dentro del Colegio Cardenalicio. “No se trata de una carrera eclesiástica. El cardenalato es un nombramiento, no una ambición. El Papa es elegido, no por aspiración humana, sino por inspiración divina”, afirmó.
También explicó por qué los pontífices adoptan un nuevo nombre al aceptar el cargo: una tradición que data del siglo VI, cuando el Papa Juan II decidió no conservar su nombre de nacimiento, Mercurio, por considerarlo inapropiado. Desde entonces, esta práctica simboliza un nuevo comienzo espiritual y pastoral.
Asimismo, informó que en Puno se han organizado misas, rezos del rosario y libros de condolencias que serán enviados al Vaticano, como muestra de afecto y comunión con la Iglesia universal.
Sobre la próxima elección, mencionó que 135 cardenales menores de 80 años, participarán en el cónclave. Aunque se han generado diversas teorías sobre el origen del próximo Papa, el párroco subrayó que «el Espíritu Santo sopla donde quiere», y que más allá de los análisis geopolíticos, el nuevo pontífice será elegido para responder a los desafíos espirituales y humanos de la actualidad.
Finalmente, invitó a la feligresía a orar por el alma del Papa Francisco y por la elección de un nuevo guía para la Iglesia. “Dios mueve los hilos desde lo alto. Confiemos en que sabrá elegir al pastor que el mundo necesita en este momento”, concluyó.