Inspirado en la parábola del Buen Samaritano, el padre Gabriel Castañeda llamó a vivir una fe activa con amor, compasión y misericordia
El párroco del templo San Juan Bautista de Puno, Gabriel Alejandro Castañeda López, celebró este domingo la santa misa del décimo quinto domingo del tiempo ordinario. El evangelio relató la parábola del Buen Samaritano. Dijo que nos enseña a entender la importancia del amor al prójimo. “Cristo Jesús nos invita a imitar la actitud del Buen Samaritano, ser compasivos con el prójimo”, indicó.
Recordó que todos estamos llamados a vivir el amor en nuestras vidas: “Ese amor siempre debe estar vivo, hay que ponerlo en práctica. Eso nos enseña Cristo. Miremos la cruz y entendamos su amor lleno de misericordia, compasión y ayuda. Si no comprendemos eso, habremos fallado”, explicó.
El padre también preguntó: “¿Cómo estamos viviendo nuestra fe?”. Aseguró que una fe viva siempre se traduce en obras de compasión, misericordia y ayuda al prójimo. “Ahí nos daremos cuenta si nuestra fe ha crecido, si está sólida y fortalecida hacia el Señor”, mencionó en su homilía dominical.
Hizo un llamado al compromiso de los fieles católicos para detenerse y ayudar a quien lo necesita, ya sea en salud, alimentos, vestimenta u otras buenas acciones.
Castañeda López reiteró que el Señor nos invita a tener una actitud de amor hacia los demás: “Si hay amor por los demás, nos detendremos a prestar ayuda, así como lo hizo el Buen Samaritano, todo en la medida de nuestras posibilidades. Ayudar a los demás refleja nuestra misericordia. Eso es lo que quiere el Señor. Dios quiere que vivamos su amor”, sostuvo el párroco del Santuario Virgen de la Candelaria.
El reverendo recordó que el distintivo del cristiano debe ser el amor, la misericordia y el perdón. “Y si eso no lo ponemos en práctica, no habrá servido de nada”, reflexionó. Finalmente, exhortó a los fieles a pedir siempre al Señor el buen camino y que despierte en ellos la actitud de ayudar y hacer el bien. “Solo así alcanzaremos la vida eterna. El Señor solo nos juzgará por el amor que damos a los demás”, concluyó durante la Santa Misa.