El párroco Carlos Miguel Mestanza reflexionó sobre la niñez de Jesús, “él era un niño que creció fortaleciendo su sabiduría a través de nuestro padre celestial”, enfatizó.
El sacerdote de la Diócesis San Carlos Borromeo de Puno, Carlos Miguel Mestanza, reflexionó sobre la niñez de Jesús, en ese sentido señaló que, en su infancia, el Salvador, vivía con María, José, donde aprendió, como cualquier niño de la época el trabajo familiar que era la carpintería, a su vez, como único hijo de Dios, iba fortaleciendo y concienciando de cerca las tareas que se habían sido encomendadas.
Asimismo, señaló que, según Lucas 2:40, a medida que iba creciendo, Jesús también se fortalecía, y se llenaba de sabiduría, ya que la gracia de Dios estaba sobre él, a menudo su familia hacía un viaje largo hasta Jerusalén, a donde iban a celebrar un día festivo llamado la Pascua, donde Jesús aprendía sobre lo que decían los sabios, es así que a los 12 años, María y José al igual que otros pobladores luego de las celebraciones prendieron el regreso a casa a través de muchos grupos de personas que se formaban, por lo que no se percataron de que nuestro Salvador, no se encontraban en ninguna parte.
Esa noche, sus padres, profundamente angustiados, regresaron apresuradamente a Jerusalén en busca de Jesús, después de tres días de búsqueda, lo encontraron en el templo, donde conversaba con los maestros y respondía a sus preguntas. Los hombres en el templo estaban asombrados por su sabiduría. María, al verlo, expresó su preocupación, diciéndole que ella y José habían estado muy intranquilos. Jesús, con serenidad, les recordó que debía ocuparse de los asuntos de su Padre Celestial. Aunque aún era joven, tenía claro que su misión formaba parte del plan divino encomendado por Dios.
“No se conoce mucho de la niñez de Jesús, pero si podemos imaginarnos, porque él era pobre como la mayoría de su población, jugaba como los demás niños de su edad, comía como todos lo hacían, era un ser humano como los otros, pero desde muy temprana edad él empezó a fortalecer su sabiduría y trazar el camino y la tarea para lo cual había sido enviado por nuestro padre Celestial”, reflexiono.