La acumulación de residuos sólidos y microplásticos en las costas peruanas refleja la falta de control ambiental, poniendo en riesgo la biodiversidad marina, la salud pública y el turismo.
Perú encabeza, por cuarto año consecutivo, la lista de las playas más contaminadas del océano Pacífico, de acuerdo con el informe de la organización internacional Ocean Conservancy. Esta situación se debe principalmente al alto nivel de residuos sólidos, como plásticos y otros desechos, que se acumulan en las costas. Entre las playas más afectadas se encuentran algunas ubicadas en Lima y Callao, donde se registra una alarmante presencia de microplásticos y basura marina.
El informe resalta que gran parte de esta contaminación proviene de actividades humanas, como el turismo desordenado, el comercio informal y la falta de un manejo adecuado de los residuos. A pesar de que existen normativas ambientales en el país, su cumplimiento sigue siendo deficiente, y no se aplican sanciones efectivas contra quienes contaminan. Las limpiezas de playas organizadas por voluntarios han tenido impacto positivo, pero resultan insuficientes frente al volumen de residuos que se generan a diario.
Frente a esta crisis ambiental, especialistas y organizaciones civiles insisten en la necesidad de implementar políticas más estrictas para la gestión de residuos, así como campañas permanentes de educación ambiental. También se propone fomentar la economía circular y reducir el uso de plásticos de un solo uso. De no tomarse medidas urgentes, la biodiversidad marina seguirá viéndose gravemente amenazada y se pondrá en riesgo la salud pública y la actividad turística del país.