Desde el penal Ancón I, el mandatario dirigió un operativo que abarcó varias cárceles del país con el objetivo de erradicar delitos como extorsión y sicariato gestados dentro de los establecimientos penitenciarios
Esta madrugada, el presidente de la República, José Jerí Oré, lideró un importante operativo simultáneo en varias prisiones del país, centrado en combatir el crimen organizado que opera desde los penales. Desde el penal Ancón I, Jerí dirigió la intervención, que también incluyó las cárceles de Lurigancho (Lima), El Milagro (Trujillo) y Challapalca (Moquegua). El operativo fue ejecutado por más de 200 agentes del Grupo de Operaciones Especiales del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), quienes realizaron rigurosas requisas en busca de objetos prohibidos y con el objetivo de garantizar el orden y la seguridad dentro de las cárceles.
En la operación también participó Iván Paredes, jefe del INPE, quien recibió el encargo directo del presidente para seguir implementando operativos de seguridad en todo el sistema penitenciario nacional. Paredes destacó que la lucha contra el crimen organizado es una prioridad del Gobierno y aseguró que seguirán combatiendo el delito con «firmeza y transparencia».
El resultado de la intervención fue contundente: durante las requisas se incautaron varios celulares y accesorios de equipos telefónicos, que son utilizados por los reclusos para realizar extorsiones desde las cárceles. Además, se encontraron armas punzocortantes y drogas en distintas celdas y áreas comunes de los penales intervenidos. La operación se llevó a cabo bajo estrictos protocolos de seguridad, revisando minuciosamente cada celda, patio, pasillo, y otros espacios, en busca de ilícitos que alimentan las actividades criminales dentro del sistema penitenciario.
“Estamos comprometidos en erradicar la violencia y los crímenes organizados. La seguridad del país no se negocia”, afirmó el jefe del INPE. Este operativo forma parte de un esfuerzo continuo del Gobierno para desmantelar las redes de crimen que operan desde los centros penitenciarios, una tarea compleja pero fundamental para el bienestar y seguridad de la población.