Confemin Perú plantea la formalización minera permanente, el reconocimiento de la minería ancestral y derechos de servidumbre, generando controversia sobre sus implicancias ambientales y legales
La Confederación Nacional de Pequeña Minería y Minería Artesanal del Perú (Confemin Perú) ha presentado al Congreso varias propuestas que buscan modificar el proceso de formalización minera en el país, generando polémica en torno a sus posibles efectos sobre la minería ilegal y el medio ambiente. En particular, los mineros informales de Puno han planteado que la formalización minera sea un proceso permanente, similar a cualquier otra actividad económica, lo que ha sido rechazado por algunos sectores que consideran que esto podría retrasar aún más el proceso de regularización.
Además, la propuesta de Confemin busca que la Ley de Minería Artesanal y de Pequeña Escala (Ley MAPE) reconozca la minería ancestral y establezca medidas para su preservación, lo que permitiría a los mineros operar sin necesidad de cumplir con ciertas regulaciones ambientales y laborales. Esto ha generado preocupaciones sobre el impacto ecológico en zonas sensibles como la cuenca del río Ramis y la Reserva Nacional de Titicaca.
Otro punto polémico es la solicitud de los mineros para que se les otorgue derechos de servidumbre minera, lo que permitiría a aquellos que no han logrado acuerdos con concesionarios solicitar la explotación de tierras inactivas. Este derecho podría fomentar la ocupación ilegal de concesiones y aumentar los conflictos sociales y legales en la región.
Si estas propuestas son aprobadas, la lucha contra la minería ilegal, que ya enfrenta desafíos como la contaminación y la violencia en las zonas mineras, se complicaría aún más. Las autoridades y expertos alertan sobre el riesgo de que estas medidas contribuyan a la expansión de la minería informal, generando mayores problemas ambientales y sociales en Puno y otras regiones del país.