Protestas en Lima y Provincias: Jóvenes, artistas y colectivos exigen la renuncia de José Jerí


Protestas en Lima y Provincias
Protestas en Lima y Provincias

La movilización ciudadana contra el Gobierno de Jerí se intensifica con enfrentamientos, represión policial y la participación de figuras de la farándula. El clamor popular no cesa en las calles

Jóvenes, artistas y colectivos sociales tomaron las calles este 15 de octubre en una masiva movilización contra el nuevo Gobierno de José Jerí, el ex-presidente del Congreso que asumió la jefatura del Estado tras la vacancia de Dina Boluarte. La protesta, que se extendió desde la Plaza San Martín hasta la Avenida Abancay, fue una muestra de descontento de diversos sectores de la sociedad peruana, unidos por la indignación hacia un gobierno cuestionado por acusaciones de corrupción y violaciones de derechos humanos.

El centro de Lima se convirtió en un hervidero de consignas como “José Pajerín”, “No quiero a un violador como presidente” y “Dina ya cayó, ahora le toca al violador”, mientras los manifestantes exigían una salida democrática a la crisis política. A lo largo del recorrido, los colectivos feministas fueron una de las voces más fuertes, rechazando que un hombre denunciado por violencia sexual ocupe el sillón presidencial.

La participación de artistas y jóvenes de la Generación Z

Entre los miles de manifestantes se encontraban artistas conocidos de la escena nacional, como Mónica Sánchez, Lucho Cáceres, y Tatiana Astengo, quienes se unieron al clamor popular contra Jerí y su gobierno. Además, un gran número de jóvenes de la Generación Z – muchos de ellos votando por primera vez en las próximas elecciones – también hicieron sentir su descontento, marcando un contraste con la apatía que se había percibido en movilizaciones anteriores.

Luis Fernando, un joven cineasta presente en la protesta, expresó: “Veía más apatía en la sociedad, pero esta vez veo que el pueblo se está organizando para mandar un mensaje claro”. Este sentimiento se reflejaba en las calles, donde la indignación contra el gobierno de Jerí parecía haber alcanzado un punto de ebullición.

Represión policial y violencia en las calles

La protesta se tornó violenta cuando la Policía Nacional del Perú (PNP) utilizó bombas lacrimógenas para dispersar a los manifestantes. Los enfrentamientos entre ciudadanos y agentes se intensificaron, dejando varios heridos. Los manifestantes, muchos de los cuales intentaban protegerse del gas lacrimógeno con vinagre blanco, fueron golpeados por los policías en distintos puntos del centro de Lima. Un incidente particularmente preocupante fue el ataque a la prensa, cuando la periodista Pamela Arroyo fue apuntada con un arma por un agente de la PNP.

En un caso que refleja el clima de violencia, uno de los manifestantes fue alcanzado por un disparo de perdigón, y varios otros resultaron heridos en medio de la represión. En paralelo, brigadistas voluntarios, incluidos bomberos, ofrecieron apoyo a los heridos, mientras que las consignas de repudio al gobierno de Jerí y su gabinete no cesaban.

La protesta en las provincias: el clamor se extiende

El descontento no se limitó a Lima, sino que también se sintió con fuerza en varias provincias del país. En Arequipa, Puno, Tacna y Iquitos, los ciudadanos tomaron las calles para exigir la renuncia de Jerí, el cierre del Congreso y el fin de lo que consideran un gobierno ilegítimo. En Puno, las comunidades indígenas marcharon hasta Juliaca para denunciar las muertes ocurridas bajo la gestión de Dina Boluarte y su respaldo por parte del Congreso.

En Arequipa, se erigió un muñeco con las imágenes de Jerí, el Rey de España y el congresista Rospigliosi, en un acto simbólico que acusaba a estos personajes de ser los responsables de la crisis política del país. En Iquitos, también se levantaron voces en contra del Congreso y el gobierno, con pancartas y consignas que pedían la salida de Jerí.

Reacciones políticas

El desbordamiento de la movilización no pasó desapercibido para los actores políticos. El excongresista Jaime Quito criticó fuertemente la represión policial, afirmando en redes sociales que “las multitudes exigen la salida de Jerí y de su gabinete dinista”, mientras que la exparlamentaria Indira Huilca también se mostró indignada por la violencia desatada contra los manifestantes, señalando que la represión afectó incluso a personas vulnerables, como adultos mayores y personas con discapacidad.

Conclusión: un pueblo en pie de lucha

El 15 de octubre será recordado como un día de fuerza y resistencia ciudadana, donde miles de voces, desde los jóvenes hasta las figuras artísticas, se unieron para rechazar un gobierno cuyo origen y legitimidad están profundamente cuestionados. La represión policial no ha hecho más que aumentar la indignación, y la movilización se perfila como el comienzo de una lucha por la democracia y los derechos humanos.