Tras la declaratoria de emergencia nacional, muchas personas de la tercera edad y de escasos recursos económicos tuvieron que paralizar sus actividades cotidianas, entre ellas trabajar independientemente para subsistir económicamente.
Juan de Dios Román Quispe es un adulto mayor de aproximadamente 80 años que habita en la ciudad de Puno y pese a su condición humilde, no es usuario del programa Pensión 65 y tampoco fue considerado en el padrón de beneficiarios del bono familiar.
Con mucha preocupación y molestia, dijo que los trabajadores de las instituciones que focalizan a las personas vulnerables no están realizando bien su trabajo. “Una vez verificaron mi casa y vieron en qué condiciones estoy, me pidieron información para ser usuario de Pensión 65, pero hasta la fecha no recibo el apoyo del Estado”, dijo.
