Humilde madre de familia que se dedica a la venta de tuna y mana, Casimira Flores Jilapa, denunció que es constantemente marginada y maltratada psicológicamente por parte de la directiva y delegadas de la asociación de pequeños comerciantes lacustre de la feria sabatina en la ciudad de Puno.
Explicó que inicialmente expenden sus productos en el jirón Carabaya cerca al parque Ramón Castilla, actualmente fueron trasladados cerca a la avenida Costanera donde también continúa siendo maltratada.
Aseguró que los directivos se habrían distribuido dos metros por sitio, sin embargo para ella le dejaron solo un metro donde no puede vender sus productos que son para su sustento diario.
A pesar de sus súplicas, el presidente de dicha asociación le habría dicho que puede quejarse donde sea y que su denuncia no procederá.
