Por: Jaime Calapuja
Escuchamos muchas voces en pandemia COVID -19: “Está caro los productos”, “subió el pasaje”, “no hay canastas para nosotros los que dejamos de trabajar” “Los niños no tienen internet, suben a los cerros” y demás; pero alguien escuchó la voz de las personas con discapacidad en pandemia. Alguien escuchó la voz de 160 mil 82 personas con discapacidad de la región Puno.
Era un 23 de noviembre recuerdo, Pablo Beltrán, un amigo con discapacidad visual, me visitó a la Oficina de Prensa de Onda Azul. En una conversación llevadera me comentó que el 3 de diciembre se recuerda el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. Sin dudar, me propuso su deseo de hacer un informe periodístico respecto a ¿cómo afrontaron sus amigos y conocidos la pandemia?
A su retorno – previo a la redacción y edición del informe – le pregunté a Pablo ¿Cómo fue la jornada de entrevista con tus amigos? ¿Tuviste algún problema? Me respondió – ninguno, todo se puede en esta vida, mi discapacidad no es una limitante.
Le pregunté ¿Qué entrevista te impactó más?, me dijo – eh conversado con Jorge Ramos, tiene discapacidad auditiva, no habla, pero su amigo Juan interpretó mis preguntas. Comentó que Jorge respetó constantemente las medidas de bioseguridad. Además, dijo que no salía de casa y sus oportunidades para trabajar eran mínimas.
A Pablito, le puso triste cuando entrevistó a Diner Ruben Callata Quispe, quien tiene discapacidad visual. El joven vive en el distrito de Pucará. Este año tenía planes para estudiar, pero se frustró con la pandemia. No tiene oportunidades laborales por lo que sus padres lo atienden con alimentos.
Luego, Pablito, conversó vía celular con su amiga Carmen Nina, persona con discapacidad física. Le comentó que le fue muy difícil salir adelante en pandemia. Antes del confinamiento, Carmen disfrutaba de la compañía de sus amigos de Misión Sonrisa; pero con las medidas de bioseguridad, tuvo que estar aislada. Comentó, que vive en la parte alta de un cerro, su calle no está acondicionada para la silla de ruedas, tampoco hay rampas para su desplazamiento.
Se contactó con Vilma Condori Maquera, estudiante de la Universidad Nacional del Altiplano con discapacidad visual. Para llevar las clases virtuales le fue muy difícil. Comenta que en la pandemia la afectó en el aspecto económico y emocional.
En su entrevista a Pedro Cachicatari Arucutipa, presidente de la Asociación Unión de Ciegos de Virgen de Candelaria Puno, lamentó que en la pandemia ya no podían trabajar de manera independiente, se recortó su economía y la de su familia. Lamenta que no son recibidos para trabajar por las instituciones públicas y privadas pese a que hay una ley que los ampara. Finalizó indicando que varias familias pasaron hambre y no recibieron una canasta.
Finalmente, Pablito Beltrán, se entrevistó con la profesora Marina Ines Vanegas Cariapaza especialista de educación especial de la Dirección Regional de Educación Puno. Manifestó que, para no dejar de lado a sus estudiantes de nivel inicial, primaria y secundaria con discapacidad, hicieron visitas domiciliarias mediante los equipos SAANEE
En esta pandemia hubo muchas experiencias de vida que no fueron contadas. Y Pablo, recuerda a las autoridades que las personas con discapacidad también tienen derechos, que deben ser valorados, como es al trabajo, a la salud y a recibir calidad de vida.
