El coordinador del equipo especial del caso Cócteles afirmó que la medida de la Autoridad Nacional de Control coincide con el fallo del Tribunal Constitucional a favor de Keiko Fujimori y representa un ataque a la autonomía del Ministerio Público.
El coordinador del equipo especial del caso Caso Cócteles, Rafael Vela, afirmó que la apertura de un proceso disciplinario de 60 días hábiles contra el fiscal José Domingo Pérez por parte de la Autoridad Nacional de Control (ANC) se trata de una represalia por su trabajo en dicha investigación. Vela sostuvo que esta medida coincide en el tiempo con la reciente sentencia del Tribunal Constitucional que archivó la acusación fiscal contra Keiko Fujimori, lo cual podría interpretarse como un ataque a la autonomía de los fiscales.
Según Vela, tanto Pérez como él mismo han sido suspendidos anteriormente por la ANC, y este nuevo procedimiento forma parte de las presiones anunciadas públicamente por Fuerza Popular, que advirtió sobre posibles represalias tras el fallo del tribunal. El fiscal denuncia una campaña de demolición, descrédito y difamación contra el equipo especial, sin que hasta el momento cuenten con respaldo explícito por parte del Tomás Gálvez, fiscal de la Nación interino.
Vela lamentó que, en momentos en que el sistema de justicia afronta lo que él describe como «ataques», los fiscales perseguidos por investigar casos de poder no encuentren protección institucional. Señaló que este tipo de procedimientos disciplinarios —aunque podrían parecer coincidencias— generan un efecto disuasorio y afectan la confianza pública en la labor fiscal cuando se investiga a personas con influencia política o económica.