En la región de Puno, los que se encargan de despedir la fiesta son también considerados como alferados
El cacharpari, proviene de un vocablo quechua que significa “despídelo”. Es un adiós a amigos y familiares que han venido a la fiesta y se tienen que ir al finalizar la misma. En la región de Puno, los que se encargan de despedir la fiesta son también considerados como alferados, que son elegidos un año anterior.
En la ciudad de Puno, usualmente quienes son alferados, invitan a las misas de cacharpari entre las 8:00 am y 3:00 pm. Inician los martes y se prolonga hasta el sábado. Luego de la misa los conjuntos se van a sus locales.
Luego de hacer lectura de compromisos cumplidos y no cumplidos pasan a los compromisos del año que viene, luego se sirven un almuerzo, y se alistan para bailar en las calles y parques de la ciudad puneña.
Antiguamente todos los conjuntos iban al parque Deústua con trajes de la pandilla puneña y bailaban huaynos puneños y de la región. En la actualidad, se ha perdido esa costumbre de ponerse ropa de la pandilla puneña e ir al arco Deústua.
El vicepresidente del Instituto Americano de Arte de Puno, Efraín Quispe, agregó que, en los cacharparis de sikuris los varones se ponían chullo y poncho, mientras que las mujeres se ponían pollera de color rojo, amarillo, verde; blusa, pujllay y sombrero de lana. Lideraban en los carnavales los sikuris del barrio Mañazo y Juventud Obrera; hoy esa costumbre tan bonita ha quedado en el recuerdo.