Instituciones débiles, inseguridad y corrupción impiden que el avance económico llegue a la ciudadanía
La economista Gabriela Espinar, de la Red de Estudios para el Desarrollo, advirtió que el crecimiento económico del país (que registra un avance de 3,3% entre enero y septiembre) no se refleja en la vida diaria de los ciudadanos debido a tres factores estructurales: instituciones débiles, inseguridad ciudadana y corrupción.
Enfatizó que la crisis política continúa, marcada por la constante rotación de presidentes, ministros y funcionarios; ha deteriorado la confianza en el Estado y desalienta la inversión privada. “La inestabilidad política impacta directamente en las decisiones del Estado y en la confianza de los inversionistas. Con instituciones sólidas, el país podría aprovechar mejor el ciclo de precios internacionales y crecer mucho más”, señaló.
Mencionó que el Perú mantiene fundamentos macroeconómicos sólidos gracias al trabajo técnico del Banco Central. Sin embargo, la fragilidad institucional impide impulsar reformas, planificar políticas públicas y ejecutar proyectos de largo plazo.
También remarcó que la inseguridad se ha convertido en uno de los mayores obstáculos para la economía. “El país pierde alrededor del 3% del PBI, es decir, 30 mil millones de soles, por gastos en seguridad privada, cámaras, pérdidas por robos y el impacto de las extorsiones en los pequeños negocios”, indicó.
Agregó que la corrupción retrasa obras, encarece servicios y resta recursos que deberían destinarse a mejorar infraestructura, salud, educación o seguridad, generando un círculo vicioso que limita el crecimiento.